Las redes sociales

Estoy aquí en España y todo gracias a las redes sociales. Pues sí, a Facebook específicamente, porque el Hi5 lo intentó, pero sin éxito. Y es que uno está todo el día pegado a Twitter, Facebook, You Tube y cualquier cosa que te ponga en contacto con tus amigos; aunque muchas veces te aleja de ellos físicamente, para, paradójicamente, acercarte virtualmente.

Es que el otro día lo estaba hablando con una amiga que me decía: "es que el tipo en persona no me dice nada, pero por pin (de blackberry) me tira todas las puntas, me dice de todo..." y es que el pin, el correo o los mensajitos en Facebook -incluso los pokes- se han convertido en una suerte de ron virtual, en un desinhibidor, que permite decir todo lo que sobrio o en persona no se puede decir.

Las estadísticas dicen que actualmente 2 de cada 10 parejas se han conocido por Internet, y no lo dudo. Uno se consigue con su amigo del preescolar, con el resuelve de 3er. Año, con la amiga que no te habla desde 6to. Grado, con el tipo que te gustaba y no te paró, y ahora te para –en particular mi caso-.

Ojo, no todo es alegría total, las redes sociales han destruido matrimonios, noviazgos, compromisos y para usted de contar, es que como bien dice el refrán: “entre el cielo y Facebook, no hay nada oculto".

Bueno, volviendo a mi caso, a mi me ha pasado de todo por Facebook (mi red social favorita), pero lo más interesante ha sido reencontrarme con el que hoy es mi novio –nos reencontramos hace como 2 años por Hi5, pero no era el momento porque no hubo gancho-. La historia es que el tipo me lleva unos añitos y pues nunca me paró como debe ser –como Fedora se merece-, y con el paso del tiempo como que me volví interesantona –a mi siempre me había gustado, pero como no me paraba me entretuve viviendo-. Total, que entre mensajes incoherentes de Facebook y los “Me Gusta” -que no pueden faltar cuando se quiere decir algo, pero no hay nada que decir-, el pana me conquistó o por lo menos me invitó a pasar las Navidades con él.

Así fue como le di mi Pin, para hacer la cosa más cercana (yo no le doy el pin a todo el mundo, no no no no no) y a la semana nos habíamos puesto al día como con 10 años sin vernos y nos dimos cuenta que éramos muy afines –claro ya la diferencia de edad no era tan notoria o al menos no lo iban a meter preso y hasta le era interesante- y por supuesto  para la fecha ya tenía mi novio virtual. La cosa realmente se enserió con el Skype.

Es que uno no es novio-novio hasta que el Facebook lo dice, dice: “en una relación” y mejor que diga con quién, porque si no es ambiguo, no sé, digo yo.

Pues la cosa es que gracias a Facebook nos unimos, eso sí hemos tenido nuestras peleítas por el dichoso Facebook, porque nunca falta quien haga un comentario desubicado o fuera de lugar. Eso también me ha pasado con amigas, que ya no son tales, y se dedican a drenar su odio por Las Redes Sociales, haciendo comentarios o tageando fotos en donde no estoy, pero como dice uno de mis mejores amigos –ojo que cito-: “que te tageen si quieren en las tetas de María Guevara” –creo que estaba pasado de tragos, pero válido el consejo-.

Total que esto del mundo virtual es un rollo bien interesante, porque nos permite estar informados y regar nuestras amistades, además desde que existen recibo más felicitaciones que nunca en mis cumpleaños.

Yo seguiré pegada a todos, sobre todo a mi amado Blackberry que me mantiene en contacto con el mundo y tiene Facebook y Twitter, pero trataré de verle más la cara a la gente cuando me hable y hacerles sentir que estoy ahí –aunque es bien difícil, sobre todo cuando te empiezan a hacer PING-.