Me he dado cuenta que la mayoría de nosotros vive el presente como un estadio para planificar el futuro. Estamos aquí y ahora, para pensar en lo que fue y en lo que será, pero no en lo que está siendo en ese momento.
Yo, particularmente he vivido así siempre, haciendo tantos planes en el futuro -que no se han cumplido-, que quizás no he vivido a plenitud el ahora, que es lo único que realmente tiene.
En este momento de mi vida, he cambiado tanto que vivo como los alcohólicos: 1 día a la vez y creo que es la mejor forma de hacerlo, claro sin olvidar el futuro, sobre todo por eso de que no nos agarre desprevenidos.
El pensar en lo que fue es bastante inútil, porque fue proviene del verbo: se acabó. Y lo que será es tan incierto, que no vale la pena ni querer estar allí. Eso sí, siempre hay que tener la mejor disposición a que el futuro traiga lo mejor para nosotros y no basta con desear, hay que trabajar en ello, pero sin olvidarnos en donde estamos, viviendo y disfrutando al máximo.
Otro típico es pensar: "¿Y si?", y nos vamos preocupando por un montón de cosas que no tenemos la certeza de que pasen y que lo más probable es que no pasen NUNCA en la vida, pero lo imaginamos, vivimos, sufrimos y hasta nos molestamos por cosas que están en el futuro incierto. En estos días hablaba con una amiga y me decía "¿y si?", y le contesté: saca el paraguas cuando llueva, "y si" pasa veremos qué hacemos, pero no dejes de vivir el presente por preocuparte por algo que el 95% de las posibilidades es que no pase.
No saboteemos nuestro presente, lo único real que tenemos, por preocuparnos por los supuestos.
Porque y si mi abuela tuviera ruedas fuera bicicleta.
Tenemos que recordar a Ghandi: ¡Hoy y ahora!
No hay comentarios:
Publicar un comentario